Johann HeinrichPestalozzi nació en Zurich, 1746-Brugg, Suiza. Pedagogo suizo que reformó la pedagogía tradicional. Dirigió su labor hacia la educación popular. En 1775 abrió en Neuhof una escuela para niños pobres inspirada en el modelo del Emilio de Rousseau. El proyecto fracasó, como también otro similar que llevó a cabo en Stans. En 1797 publicó “Mi investigación” sobre el curso de la naturaleza en el desarrollo del género humano, su obra de mayor repercusión. Reemprendió sus prácticas pedagógicas en un castillo cedido por el gobierno, en Berna, experiencia que reflejó en su obra Cómo Gertrud enseña a sus hijos (1801). Pestalozzi aspiraba a propiciar la reforma de la sociedad desde una educación que procurase una formación integral del individuo, más que la mera imposición de determinados contenidos, y que concediera un amplio margen a la iniciativa y capacidad de observación del propio niño. Su doctrina no tardó en propagarse, y llegó a ser muy admirada por personajes como Fichte o Herbart, así como por la mayoría de los jóvenes pedagogos de la época.
Concepto Educación
Pestalozzi entiende la educación como la formación del hombre en cuanto ser individual, escribiendo que “el hombre no llega a ser hombre sino por medio de la educación”; y también: “me perfecciono a mi mismo cuando hago de lo que debo la ley de lo que quiero”. Típico de Pestalozzi es que hace una aplicación de lo moral a lo social, aceptando los vínculos sociales por una aceptación libre del deber; la educación es la que conseguirá su autonomía espiritual. Por tanto, se podría afirmar que lo que hay en Pestalozzi es un eclecticismo filosófico.
El principal objetivo era integrar a niños de escasos recursos a la vida social, a través de la enseñanza de un oficio. Él pensaba que sus propios alumnos -a largo plazo- serían los educadores del mañana.
Concepto Antropológico
Cada persona tiene que defender su individualidad. Ésta, debe ser educada para que pueda aprender de sus propias experiencias, y desarrollarse de forma integral.
Método
Quizá lo más notable, o lo más característico, es su método de educación intelectual, su sistema de instrucción, su didáctica, que se resume en la doctrina de la “intuición” de los objetos profundizada a base de los tres famosos elementos de número, forma y lenguaje, que constituyen el esquema que articula las diversas asignaturas. Él nos dice “…por varios motivos voy a llamarlos ejercicios preparatorios. Tienen por objeto esos elementos constituidos por número, forma y lenguaje que van a servir de base a todas las ideas que podamos captar en el transcurso de nuestra vida”. Carta XXXI.
Podemos comprender que los medios elementales de enseñanza se constituyen entonces por el número, la forma y el lenguaje, y las disciplinas básicas nacen del aprendizaje del buen uso de aquéllos. En resumen, se debe enseñar a considerar cada objeto, como unidad que es, separado de los otros (Aritmética); distinguir la forma de cada objeto, sus dimensiones y proporciones (Dibujo y Geometría); relacionarlo con el conjunto de palabras y de nombres de objetos ya conocidos (Lenguaje)”. Del libro de Capitán.
La intuición es el fundamento del conocimiento y de la instrucción. El saber puramente verbal y memorístico no es auténtico saber, el cual estriba en la comprensión de las cosas y sus relaciones; y el llegar a esto ha de ser trabajo más propio del niño que de su maestro. Esto se entiende mejor si recordamos que preconiza la primacía de la educación sobre la instrucción, y del “saber hacer” sobre el “hacer”, con lo que echas las bases de la pedagogía activa.
Dentro de esta línea tan moderna, recordemos que aboga por una educación integral que forme a la vez el corazón, la cabeza y la mano; con lo cual la educación escolar es un complemento de la educación doméstica y una preparación a la educación que irá dando la vida. La instrucción no es más que una parte de esta tarea, y ciertamente no la más importante. La supera en valor la educación moral, que es una obra de amor y fe que inspira al niño amor y respeto al “orden” establecido por el creador.
Los principios de Pestalozzi se resumen en:
1. Forma (observar, medir, dibujar y escribir): Enseñarles a distinguir la forma de cada objeto, es decir, sus dimensiones y proporciones. ¿Cuál es su forma?
Enriquecer la memoria de los niños con explicaciones sencillas de objetos y materiales.
Enseñar a describir y a darse cuenta de sus percepciones.
Enseñar al niño, por medio del dibujo, a medir todos los objetos que se presentan a su vista y adquirir habilidades para reproducir. Pestalozzi pensó que por medio del dibujo se ejercitaba al niño en su escritura.
2. Número (relaciones métricas y numéricas): Enseñar a los niños a considerar cada uno de los objetos que se les da a conocer como unidad, es decir, separado de aquellos con los cuales aparece asociado. ¿Cuántos hay? Utilización de tablillas con letras, las cuales acumulaba de 1 en 1 para que el niño conociera la relación de los números, al mismo tiempo que servía para aprender las letras.
Partir de las cosas simples antes de avanzar a las más complicadas.
3. Nombre: Familiarizarlos tan temprano como sea posible con el conjunto de palabras y de nombres de todos los objetos que le son conocidos. ¿Cómo se llaman?
El método de Pestalozzi es un método "lógico", basado en la concepción "analítica y sistemática" de la enseñanza y el aprendizaje
Conclusión:
Digamos que se le considera como el promotor y reformador de la escuela popular. La organización escolar y la didáctica de todo el siglo XIX tuvieron en cuenta los principios de ese insigne pedagogo, que alcanzaron una enorme difusión. Su fama de pedagogo franqueó las fronteras, ya que la preocupación por instruir a los pobres, las innovaciones didácticas, los debates y conflictos que lo envolvieron, le dieron un auditorio cada vez mayor.
Aunque la educación nueva resultaba perturbadora para la época, ya que ésta confiaba en el niño, aceptándolo tal cual es, y ayudándolo en su descubrimiento del mundo, hace que la obra de Pestalozzi rayase en los escandaloso y perturbador; y lo sigue siendo.
Por tanto, el nombre de Pestalozzi ejerce una gran sugestión y se ha convertido en un símbolo de la vocación educadora.
Análisis Crítico
Perfeccionó los métodos de enseñanza de lectura, lenguaje y cálculo.
Su espíritu puramente analista lo lleva a inconvenientes, como es el afán de que el niño descomponga las cosas en sus elementos simples, cuando en realidad parece que el globalismo tiene mayores visos de ser el proceso natural de aprendizaje.
Caso Hipotético:
En un Liceo Politécnico de la ciudad de Santiago. En el subsector de Tecnología en Segundo Medio.
El profesor jerarquiza y organiza las necesidades de los alumnos y no debe olvidar que el objetivo ulterior de esta actividad es insertar a los alumnos al mundo real.
Posteriormente, a este curso se les realizará una actividad centrada en la exposición de conceptos de manera simple y partiendo de lo particular a lo general.
Luego, se les plantea un problema el cual desarrollaran de forma individual. Los alumnos lo solucionarán a través de la extracción información e infiriendo del texto leído.
Como continuación de la actividad, el profesor les plantea un trabajo final en dónde deberán aplicar una solución “tecnológica” al problema planteado. Como tipo cierre, el profesor recalca la labor social que posee la satisfacción de necesidades y la solución de problemas cotidianos para lograr una sociedad equitativa e integradora.
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